domingo, 16 de octubre de 2011

COMIENZA LA FIESTA DE AMERICA


Detalle de la ceremonia inaugural
en el Estadio Omnilife.

GUADALAJARA, Jalisco. — La fiesta de América se dejó sentir en grande en el Estadio Omnilife, quizá el lugar mas resguardado del orbe en un momento mágico.

México se puso en la lupa de todo el continente en una emotiva ceremonia, que revivió grandes momentos y que dejó un gran ejemplo: la solidaridad y amistad del pueblo mexicano y del pueblo tapatío. 

El fuego que une fue finalmente encendido por la clavadista Paola Espinoza, luego de un largo sendero recorrido por todo el país.

La bienvenida corrió a cargo del Presidente de la Organización Deportiva Panamericana, Mario Vázquez Raña y del Gobernador de Jalisco, Emilio González Márquez, quien se refirió a los Juegos como los Juegos de la Solidaridad y la Paz, en pro de una América mas humana bajo la consigna del olimpismo, siendo más rápido, más alto y más fuerte.

El mandatario estatal recordó que a lo largo de 15 años, México y Jalisco se prepararon de manera fuerte y con mucho ahínco. 

Por su parte, Mario Vázquez Raña, titular de la ODEPA felicito a los países que se dieron cita en el evento y agradeció el esfuerzo de los comités olímpicos nacionales que han trabajado de manera conjunta con sus gobiernos para darse cita en la justa continental.

La declaratoria inaugural, en tanto, correspondió al Presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa, quien enfatizo y resalto en torno a estos juegos la unión fraterna, paz, prosperidad anhelada por los pueblos del continente.

El momento de la entonación del himno panamericano y del himno olímpico fue solemne, con las banderas que tuvieron un sequito de ensueño. La belleza de la ex Miss Universo Jimena Navarrete se complementó con la destreza de Lorena Ochoa y la fortaleza de Soraya Jiménez.

También, varias figuras del boxeo como Julio Cesar Chávez, Ricardo “Finito” López e inclusive el  nuevo ídolo del cuadrilátero, Saúl “Canelo” Álvarez, se integraron al mosaico sin olvidar a los grandes del olimpismo mexicano como Daniel Bautista, Ernesto Canto, Guillermo Pérez, Daniel Aceves Villagrán o Fernando Platas.

El raquetbolista Alberto Rodriguez hizo el juramento a nombre de los atletas, mientras que Rosa Maria Adam Tovar, oficial olímpica de taekwondo hizo el de los jueces.

Esta inauguración también tuvo sabor bajacaliforniano con la presencia de integrantes del colectivo Nortec al salir al escenario Bostich, Fussible, Panoptica y Clorofila, conocidos alrededor del mundo por la mezcla de música electrónica y ritmos norteños.

Las fuerzas armadas también tuvieron su presencia con cadetes del Heroico Colegio Militar que izaron la bandera, mientras que el charro de Huentitan, Jalisco, Vicente Fernández entonó el himno nacional mexicano, seguido de temas como “México Lindo y Querido”.

Los charros y “adelitas” se postraron sobre la tarima circular ubicada en el centro del campo de un recinto celosamente resguardado por tierra y aire.

El clásico “Guadalajara, Guadalajara” no se dejó esperar cuando el escenario central se convirtió en un lienzo con hombres a caballo y bellas escaramuzas. Llegaría después el llamado del “Niño perdido” a ritmo de trompeta para dar paso posteriormente al desfile.

Los chilenos robaron cámara con las mascaras de luchadores a su paso por los nuevos terrenos del llamado rebaño sagrado. Los brasileños, por su parte, rompieron con el protocolo al dedicarse a bailar en fila india. Saint Kitts and Nevis participó con una sola representante.

Lo curioso en esta ceremonia fue la música de fondo: Thalia, Belanova, Café Tacvba, Emmanuel, Belinda, Juan Gabriel, Paulina Rubio, Alejandra Guzmán,  Caifanes y Timbiriche, con un remix que cayó como anillo al dedo.

Pero el momento de iniciar con el concierto correspondió a un grupo de raíces tapatías. Los antiguos “Sombrero Verde”, conocidos ahora como “Mana”, encendieron los ánimos y la emoción del respetable con temas como “Labios compartidos”, para dar paso a Eugenia León con la canción “Sigue tus sueños”, un tema dedicado a todos aquellos que esperan emular a los grandes del deporte internacional.

Y esta canción fue la apropiada al considerar que en diferentes estados de la República Mexicana existen aquellos que en estos momentos comienzan a integrarse a las reservas deportivas, en busca del alto rendimiento.

Argentina fue la primera en desfilar haciendo alusión a los Juegos Panamericanos iniciales de 1951. 

El privilegio de cerrar fue para México, cuya presencia levantó los ánimos de los asistentes que presenciaron a 646 atletas ataviados como charros, entre ellos una veintena de bajacalifornianos, mientras que el portador del lábaro patrio fue el arquero tapatío Juan René Serrano, con el honor de ser adalid en su propia casa.

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